Lo que acabáis de leer es el pensamiento que llevo teniendo desde los 13 años. Una y otra vez, sin parar. No quería irme a otro sitio que no fuera Madrid. Llevo viniendo mil veces al año durante toda mi vida ya que tengo mucha parte de mi familia viviendo aquí. Pasó la E.S.O., pasó bachiller y dos años después me vi sometida a tomar una decisión que cambiaría mi vida en la mayoría de los aspectos. Como bien habréis pensado era la hora de tomar la decisión de estudiar o trabajar, y tras pensarlo mucho y detenidamente decidí estudiar la carrera de Ingeniería de Tecnologías mineras, recursos energéticos, combustibles y explosivos (para cambiarme el año siguiente a Ingeniería mecánica).
Y bueno, ahí estaba yo, instalada en Madrid para vivir la siguiente etapa de mi vida.
En todo lo que llevo viviendo aquí, que son más o menos 18 meses, he conocido a mucha gente, gente culta, rara, abierta, cerrada, diferente, mentirosa, buena, amable, madura, atrevida... gente que me ha hecho vivir cosas espectaculares y gente que me ha hecho sufrir mucho. ¿Pero eso es Madrid no? buen rollo, libertad, experiencias, metro, pensamientos nuevos, largos caminos, cervezas caras, metro, buses nocturnos, diversión, locuras, metro, aventuras, saltos, nada de dinero, y bueno, mucho muuucho tiempo esperando. Todo el rato esperas, ¿y a que esperas exactamente? ¿a ver como pasa el tiempo mientras observas como se va minuto a minuto sin hacer nada porque solo estás esperando a que los 5 minutos en llegada del metro sean 4, 3, 2, 1.....?
Me gusta mucho Madrid pero es increíble la cantidad de tiempo que puedes llegar a perder para llegar a cualquier sitio. De esto te das cuenta cuando vienes de un pueblo en el que tardas 15 minutos en desplazarte de un sitio a otro y por supuesto, eso si, ANDANDO. Es increíble como ha llegado a cambiarme la percepción del tiempo.
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